Siempre o casi siempre que discutimos con alguien, normalmente en pleno calentón soltamos cosas de las que luego nos arrepentimos y que lejos de arreglar la situación la empeoran mucho más. Es en estos momentos cuando normalmente alguien te pone en tu sitio haciendo uso del refrenaero popular y muchas veces de una mala leche que no veas, cuando acompañan el famoso dicho "si te muerdes la lengua te envenenas" de un "guapa" final, con ese acento típical spanish que nos caracteriza a las que tenemos cierto carácter.
Aunque normalmente soy una persona bastante positiva a la que le gusta mucho reirse e intentar disfrutar de las cosas buenas de la vida, tengo que decir que también tengo un gen peculiar, "el gen miura", que se apodera de mí cuando me buscan o me siento atacada y que transforma la boca de la que normalmente suelen salir sonrisas, en un arma de destrucción masiva, capaz de hacer añicos hasta al más "pintao" , con la ráfaga de burradas que se me pueden pasar en ese momento por la cabeza.
He de decir en mi favor, que una tiene su conciencia y a su pepito grillo particular que lejos de quedarse calladito, te machaca sin piedad cada vez que tu gen picachu se apodera de tí y lanza un ataque cegador de sapos y culebras contra el que ose quebrantar tu paz interior.
Pero el tiempo pasa y de repente llega un día en que tu pepito grillo, viendo que no te puede controlar, hace team con tu hermano pequeño y de repente un día de esos muchos en el que le llamas para desahogarte(= ataque cegador de picachu-bola del dragón zeta), te encuentras con que, después de escuchar callado, con una tranquilidad pasmosa y la clase que le caracteriza te dice:
"somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios"
toma ya.
Y tú te quedas ahí callada con una cara de idiota que no veas y viendo como súper picachu se hace cada vez más pequeñito......y de repente tomas conciencia de que a pesar de que te guste poder aprender cada día cosas nuevas, cuando es tu hermano pequeño el que te enseña una lección en toda regla, te da mucho que pensar.
Desde ese día he tratado de contenerme cada vez que veía cosas que no me gustaban y aunque en la gran mayoría de las veces me ha servido como mínimo para evitar un enfrentamiento, otras muchas el callarme ha provocado que me vaya envenenando con el suma y sigue al no poder desahogarme.
Así que hata hace un rato aquí estábamos los tres, mi pepito grillo a mi derecha canturreando sin parar "somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras ou yeah" y a mi izquierda picachu-demonio de tasmania con los dientes afilados y gritando "a que esperas: al ataqueeeeeeeeeeeeeeee tataratatatatá".
Total que ante dicha encrucijada no te queda otra que buscar consuelo en tu pequeño reino en el que puedes largar y largar sin temer, por ahora, las consecuencias.
Hola a tod@s de nuevo, ahora estoy mucho mejor!!!!!!!!!!
