viernes, 30 de abril de 2010

mensaje subliminal

Jueves noche, he acostado por fin a la peque y mi marido se ha ido a ver uno de esos "apasionantes" partidos de fútbol que se hacen eternos por lo que conllevan: cervecitas antes, durante, cena y más cervecitas después.

Así que en cuanto termino de recoger voy rauda y veloz a la estantería de los DVD´S y me lanzo sobre la quinta temporada de "Sexo en NY" que estoy volviendo a ver por no sé cuanta vez y que espero no cansarme nunca de hacerlo.

Estaba abstracta viendo el capítulo de la fiesta de los marineros en Nueva York, y de repente se me abrieron los ojos de par en par cuando en un primer plano de Carrie me dí cuenta de algo en lo que nunca me había fijado: las huellas del paso del tiempo en sus fabulosos rostros y la evidente diferencia de edad entre las protagonistas y el resto de personas que había en la fiesta en cuestión.

¿Cómo no lo había visto tan claro antes? ¿tendrá algo que ver el hecho de que salí el fin de semana pasado y en todos los sitios en los que entré me sentí "vieja" y fuera de lugar al verme rodeada de veinteañeros?

Llevaba toda la semana asumiendo que definitiva mente había empezado a hacerme vieja y de repente zas: las estupendas "treinteañeras" de la gran manzana también padecen de arruguitas y líneas de expresión y aún así continúan yendo de fiesta en fiesta y saliendo por ahí!

ajá menos mal empezaba a pensar que el tiempo sólo pasaba por encima de mí!

Desde el fatídico viernes noche en el que me di de tortas con la realidad, no he parado de darle vuelas al hecho de que a partir de ahora tengo que empezar a planear y elegir mejor los sitios a los que ir en las contadas ocasiones en las que salgo, pero lo peor de todo es que me veía a escondidas buscando los sitios clandestinos en los que se esconde ahora la gente de mi edad que todavía sale de vez en cuando a divertirse, huyendo de las hordas de veinteañeros que han cogido ahora nuestro testigo, para no caer en la tentación de terminar pareciendo un clon de Anita Obregón.

Lo que no entiendo es en qué momento empezó a dominarme la idea de que la única que se estaba haciendo mayor era yo!

Siempre me ha encantado esa serie por todo, por las amigas eternas que van juntas como los mosqueteros, por la vitalidad que tienen y la ganas de vivir a tope, por sus aventuras y lo que me río sobre todo con una de ellas, y a partir de ahora por el estupendo plano de Carrie en el que ayer me pareció decir:

"¿vas a seguir ahí sentada lamentándote´? espabila! tienes mucho todavía que descubrir!!!!!!!!!!

miércoles, 7 de abril de 2010

desconexión

Todos sabemos que las nuevas tecnologías nos facilitan la vida día a día, continuamente se están actualizando y modernizando a nuestro "uso y semejanza", de ahí que últimamente la tendencia sea la de facilitarnos su manejo para poder llegar a la mayor parte de público posible.

Así nos encontramos con que podemos navegar por los menús de los móviles, ordenadores, todo tipo de programas informáticos, webs....y salir de ellos en cuanto nos cansamos con un mero click que en algunos casos viene acompañado del aviso "desconexión" para cerciorarse de que efectivamente queremos salir de dicha aplicación.

La tecnología está tan inmersa en nuestra vida cotidiana que ya poca gente es capaz de admitir que puede vivir sin móvil, internet, radio ó televisión, de lo que no me había dado cuenta hasta ahora, es en la posibilidad de trasladar muchas de esas aplicaciones a nuestra navegación vital.

A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente, gente que ha entrado y salido de mi vida e incluso gente que ha llegado y se ha quedado, pero a la hora de verdad a las que siempre he considerado mis amigas de verdad son a mis famosas "amigas de toda la vida", que en mi caso como en muchos, vienen a ser ese grupo de chicas que formamos desde la famosa edad del pavo y con las que hemos pasado todo tipo de aventuras.

Con el paso del tiempo y de la vida, nos hemos ido casando, "juntando", teniendo hijos......y en definitiva, tomando caminos diferentes, pero siempre hemos seguido manteniendo el contacto, hablamos o nos mensajeamos a menudo y procuramos vernos por lo menos un par de veces al mes, quedamos para cenar y por supuesto para ir al parque con nuestros hijos, para que se conozcan y conocerles nosotras a ellos también.

Un día de repente, me dí cuenta de que una de mis amigas empezaba a alejarse de mí, sin que ocurriera nada, ni enfados, ni peleas ni siquiera su actitud al estar todas juntas mostraba algún tipo de molestia, simplemente dejó de llamarme de la noche a la mañana y centró su atención en otro lado.

Al principio no le dí mucha importancia, sobre todo porque en más de una ocasión le pregunté y por supuesto me dijo que no le pasaba nada, pero conforme pasaba el tiempo me di cuenta de que de repente ya no estaba ahí, seguíamos quedando todas por supuesto, pero en lo que a mí respecta ya no era ni lo mismo ni la misma persona.

Por más vueltas que le daba al tema, nunca conseguí adivinar qué había pasado o qué me había perdido, hasta que un día cansada de tanto pensar y pensar, me dí cuenta que no había pasado nada, simplemente se había cansado de mi aplicación y había pulsado la tecla de desconexión!

Vivimos en un mundo cada vez más moderno y complicado y aunque en la mayoría de los casos la tecnología es una herramienta que nos facilita la vida, yo por ahora prefiero seguir distinguiento entre aplicaciones informáticas y los sentimientos y vivencias de la vida real.



martes, 30 de marzo de 2010

vestida para la ocasión

Cómo pasa el tiempo, ya sólo queda un día para coger las vacaciones de Semana Santa!
y es que no falla, desde pequeña al llegar las Navidades pensaba: esto está hecho, una vez que pasen los reyes ya tenemos encima las vacaciones de Semana Santa sin apenas darnos cuenta.
Y siempre me pasa lo mismo: sea como sea el invierno, más o menos divertido, con más o menos cambios, a mí me da la sensación de estar en el juego de la oca y en cuanto acaban las fiestas, tiro el dado y zas ya he saltado a la casilla de las vacaciones siguientes!.
Este año no nos vamos a Cádiz (snif), cambiamos playa por montaña y como una es precavida y además no tiene mucho que hacer en la oficina estos días (para qué nos vamos a engañar), me he puesto a repasar mentalmente mi armario para ver qué modelitos me iba a poner, porque no hay cosa que más odie que ponerme a llenar maletas sin sentido.
No lo puedo evitar y siempre pasa lo mismo: en cuanto abres la maleta para hacerla en seguida hace su aparición estelar su alteza la frase "por si acaso" y ale: empiezas a meter esto por si acaso hace frío, por si acaso voy a una fiesta, por si acaso hacemos alguna excursión, por si acaso...........por si acaso al final haces un plan tranquilo de ir vestida como siempre y resulta que no te has llevado lo que deberías porque tu maleta ha sido invadida por los caprichos del "por si acaso".
y eso sin quitar a los numerosos sobresaltos del camino, cuando coges la carretera para empezar el viaje y cuando han pasado los kilómetros suficientes para no poder dar la vuelta, empiezan a venirte a la mente todas las cosas imprescindibles que sabes que vas a necesitar seguro y de las que ni te has acordado por estar pendiente de lo que no debías:
¡mierd........se me han olvidado los bikinis (bien, a la playa sin bikinis muy lógico que en su lugar hayas metido unos taconazos), ¡mierd.....se me ha olvidado el plumas (ole: a la montaña sin grados y tú con tu biker de cuero marrón cortita que abriga lo que yo te cuente).
Así que esta vez me he propuesto que iba a intentar hacerlo bien, he cogido un folio, he contado los días: 5 (con la vuelta claro, otro detalle importante que el día de la vuelta también vas vestida) y he empezado con las instrucciones, sí habéis oído bien: yo para hacer la maleta necesito instrucciones.
1. fundamental: desde que nació la peque tú no tienes casi sitio ni en la maleta ni en el coche, así que hay que llevar lo imprescindible pero sin perder estilo.
2. vas a un pueblecito en la sierra, no hay fiestas glamurosas y hace muchísimo frío, en los bares también no te engañes así que el cajón de los tops ni se toca!
3. aunque cambies de aires no vas a cambiar de rutina: tú te vas a seguir encargando de pasear a la enana en el carrito y de llevarla al parque (si no nieva, diluvia o un huracán gélido del polo norte decide darse un paseíto por el pueblo para una vez que vas tú), los vestidos mejor se quedan colgados en el armario.
4. El que tu rutina se centre en el tiempo de ocio de la peque no implica que no puedas tomarte el aperitivo o salir a comer: tu ropa de combate no tiene por qué ser "casera" y muchísimo menos chandalera. Se puede ir al parque cómoda y monísima de la muerte a la vez!.
5. Basta que te descuides en lo que llevas para aparezca alguien que te haga sentir fatal y pierdas el tiempo pensando en lo que te podías haber puesto para salir si llegas a saber que.....en vez de disfrutar del momento.
Así que una vez repasado el manual, paso a la fase siguiente:
"me parece estupendo que tengas claro lo que no te tienes que llevar, pero no te engañes, tú no eres Paulina Rubio y no tienes un vestidor repleto de ropa", así que más fácil todavía:
mi lista de cosas para llevarme se ha reducido a: vaqueros, botas planas (marrones y negras que a eso sí llego), jerséis de cuello vuelto, camisas y por supuesto un par de fulares divinos de la muerte y mi bolso bandolera.
A ver si el tiempo nos acompaña y podemos disfrutar del aire sano de la montaña!!!!!!!
Felices vacaciones de Semana Santa!

jueves, 25 de febrero de 2010

donde el corazón te lleve

El otro día hablando de la fuerza de los genes, me contaron que las mariposas hacen un único recorrido en su vida, recorren 40.000 km de distancia en una única dirección, cuando llegan a su destino tienen a sus hijos y mueren y luego estos recorren el mismo camino de vuelta con la misma finalidad.
La verdad es que me impresionó tanto que me puse a recordar las veces en las que me había parado a observar alguna mariposa, me parecía imposible imaginármelas volando en línea recta sin parar hasta llegar a su destino como si de un mensajero se tratara, y afortunadamente recordé verlas siempre revoloteando sobre flores, césped, y parándose brevemente a inspeccionar cuando algo les llamaba la atención para luego seguir volando y desaparecer.
Lo que me hizo pensar en lo que tantas y tantas veces he leído y nunca he prestado atención: la vida es un camino que hay que disfrutar.
Sin embargo en muchos casos reducimos nuestra vida a una carrera sin ningún sentido: levantarse, ir a trabajar, comer, dormir, y al llegar el fin de semana intentar descansar, vamos conduciendo y sólo pensamos en llegar y mientras tanto nos perdemos todo lo que va sucediendo a nuestro alrededor: una puesta de sol, la fachada decorada de un edificio antiguo, un abuelo explicándole con ilusión algo a su nieto mientras andan por la acera.......un claro de sol después de días y días de lluvia!
Pasamos tanto tiempo pensando que no vemos ni escuchamos nada más, y la verdad es que se avanza más rápido y se ve todo más claro cuando bajamos del ático y escuchamos lo que se cuenta en el interior.
Cuando tenemos que tomar decisiones nos agarramos al famoso "depende de si lo pienso con la cabeza ó con el corazón" pero la verdad es que si miramos desde dentro la vista se ve mucho mejor.