domingo, 16 de marzo de 2014

Weekend...

Domingo por la tarde, día soleado la primavera ya está a la vuelta de la esquina y yo estoy......en casa...
Acabo de actualizar el diseño del blog, lo tenía pendiente desde hace tiempo e incluso me había descargado un manual para hacerlo perfecto, pero como soy como soy como soy, siempre dejo para otro momento lo de echarle un vistazo para quedarme con los pasos a seguir, y al final he terminado lanzándome en plancha a brujulear de una pestaña a otra hasta que más o menos he dado con los cambios que quería hacer y he conseguido "actualizado" a mi manera.
 
Debería estar en alguna terraza al sol, o aprovechando el día dando un paseo y saliendo por ahí, pero este fin de semana no tengo plan interesante (=irme de terracitas con mis amigas) y estoy un poco saturada de niñ@s, parques, pasteles de arena y mira mira mamá como me tiro sin manos y boca abajo por el tobogán... !!!
 
Sí lo sé, no soy la mejor madre del mundo pero es lo que hay, yo soy así y aunque tener a mis hijas es lo mejor que he hecho en toda mi vida, siempre he sido un poco rebelde e independiente, tengo mi mundo particular en el que me gusta y necesito refugiarme de vez en cuando y en este momento toca, necesito navegar...
 
El fin de semana está terminando y a este en concreto le doy una calificación de: pasable... ha hecho un fin de semana estupendo, de sol y sol como a mí me gusta, hemos estado con las niñas, los niños, las bicis.... y hasta el sábado por la noche hemos salido a tomar cervecitas por la Cava Baja y al teatro!!! (I can´t belive it), pero a pesar de que para el resto de mortales tendría que haber estado bastante bien, para mí no..... no me lo he pasado ni bien ni mal, resultado= pasable...
 
Y lo peor de todo, la sensación que me invade después de un fin de semana pasable, sensación de agobio, de perder el tiempo, de no saber lo que quiero, de querer hacer muchas cosas y no hacer nada, de no saber aprovechar y disfrutar lo que tengo (ahorcaría al inventor del santo órgano musical de dora la exploradora, de todas las melodías posibles ha tenido que meter no sé que música estridente dentro que tiene a mis hijas como locas aporreándolo y cantando a grito pelado la canción de "spiderman" que no consigo saber cuál es, pero cualquiera se hace la valiente y les pregunta....).
 
Y aún así, consigo desconectar a mi manera y brujulear por aquí...menos mal!.
 Empíricamente comprobado: necesito ver a mis amigas, reírme con ellas, salir, y no estar pendiente de nadie más que de mí!. Un ratito aunque sea, pero semana que no las veo, semana que me ahogo y pongo "malas notas" a mi tiempo "libre" (libre? he dicho libre?.....si es que soy una soñadora empedernida....).
 
Quedan un par de horitas de sol, tengo que elegir entre el baile de "soy una taza, un cucharón..." o dar un paseo con las bicis.... qué planazo! con tanta adrenalina y emoción me bloqueo y no sé qué elegir!!!.
 
En fin, mañana es lunes y por unas horas seré sólo yo, así que a levantarse, a salir a la calle  y a pedalear!.
 
Feliz tarde de domingo!

 



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sábado, 1 de marzo de 2014

Aniversario especial

1 de marzo de 2014, es sábado y es mi aniversario especial.

Era mi primer día en mi nuevo puesto de trabajo, compartía departamento con mi compañero al que había visto algunas veces y con el que había cruzado algunas palabras pero al que apenas conocía por no haber coincido más.
A él le pasaba lo mismo, no llevaba mucho tiempo en la empresa y el tiempo que llevaba había coincidido con mi baja por maternidad, así que me pidió que quedásemos para desayunar, para hablar un poco y conocernos, antes de empezar a trabajar juntos y esa idea me encantó.
 
Desde el primer momento tuve la sensación de estar hablando con alguien a quien conocía de toda la vida, me contó y le conté con total confianza y tranquilidad y subimos a la oficina y empezamos a trabajar. El puesto era totalmente nuevo para mí, cada día aprendía algo nuevo, unas veces juntos cuando nos lanzábamos a hacer cosas por primera vez, (gracias a él conseguimos traer las redes sociales e introducir a la empresa en el mundo 2.0), y la gran mayoría de las veces me las enseñaba él (a pesar de lo joven que es, me da cien mil vueltas en el terreno profesional); y día a día se me abrió un mundo totalmente nuevo para mí: entrevistas, eventos, relaciones con la prensa, inauguración de puntos de venta....
A pesar de ser muy distintos, él el auténtico señor Excel (me encantaba picarle con ese mote), con su necesidad de tener todo perfectamente controlado pero también con su pasión por hacer las cosas y por involucrarse en todo lo que tenía que ver con la empresa, y yo con mis locas ideas, mis millones de pop-ups bombardeándole y dándole un toque de locura a sus to do list, hojas de cálculo y presupuestos...., en seguida conectamos y formamos un equipo perfecto.
 
Y por primera vez desde hace muuuuuchos años ya desde que empecé a trabajar, me levantaba todos los días con una sonrisa de oreja a oreja e iba feliz a la oficina, había encontrado por fin mi lugar en el campo profesional, sabía por fin a qué me quería dedicar, y lo mejor de todo, había encontrado a mi compañero, mi amigo, mi confidente y a pesar de que nunca consiguió que le hiciera mucho caso (me sale la vena rebelde y era incapaz de hacer lo que me pedía a la primera), ha sido la única persona de todas las que he conocido a lo largo de mi vida profesional, con la que podía hablar abiertamente durante horas, con la que tenía la necesidad de compartirlo todo, que además ha peleado por mí, me ha defendido y ha estado siempre pendiente de que estuviera bien, de protegerme y de que no me pasara nada.
 
Pero era demasiado bonito para durar para siempre y él era demasiado bueno para quedarse allí y un día decidió que era momento de cambiar y de echar a volar. Todavía recuerdo cuando me lo dijo, por un momento se paró todo y nuestro pequeño mundo de risas se congeló....
 
La verdad es que hacía tiempo que él no era feliz, se le había quedado pequeño, no estaba a gusto con ciertas personas y situaciones y tenía la imperiosa necesidad de salir de allí, y en cuanto se le planteó la posibilidad de optar a un futuro mejor, no se lo pensó y decidió volar....
 
Desde ese momento y a lo largo de toda su última semana en la oficina, comenzó mi lucha de titanes, por un lado intentando convencerle de que no se fuera, no podía soportar la idea de no seguir juntos, de que se rompiera nuestro pequeño mundo ideal, de que se fuera y me dejara sola.... y por otro lado era perfectamente consciente de que ya no quería seguir allí, así que aparqué mis lágrimas a un lado y decidí ayudarle a volar y a ser feliz....
 
De repente dejamos de ser el departamento de las risas, las confidencias, al que todos los compañeros se acercaban en algún momento del día para reírse un poco y desconectar, para convertirse en un despacho solitario, frío y en el que tal y como dijo un compañero al día siguiente de su marcha: "es increíble el silencio que sale ahora de aquí"...
 
Hace 3 meses ya que hemos seguido caminos separados, él en su nuevo proyecto, y yo en el mismo trabajo en el que empecé hace 3 años pero con nuevas aperturas, acciones, novedades y proyectos. A pesar de que han sido meses de cambios y novedades en la empresa, yo continué sentada en mi sitio, defendiendo nuestro departamento, su mesa y su puesto, con la ilusión y la esperanza de que algún día me diera la sorpresa y al entrar en la oficina verle sentado de nuevo ahí...hasta que la semana pasada decidí de repente cambiar mis cosas y ocupar su sitio (ya no soportaba más la idea de mirar a la derecha y ver su mesa y sus sillas vacías), me senté en su sitio y me puse a mirar por la ventana, triste, y tranquila a la vez, tenía que haberme cambiado antes, me sentía de alguna forma segura al ocupar su lugar, y de repente me agaché a enchufar el ordenador y ahí estaba, en un rincón, un paquete de post-it de los muchos que le lancé en algunos de nuestros momentos de risas y peleas! y por primera vez en 3 meses, volví a sonreír.....
 
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y yo sigo y seguiré soñando con el día en que en esta o en otra empresa, entre un día por la puerta y pueda volver a oír "buenos días!!!!", darle un beso y empezar nuestra jornada de trabajo, de risas y de complicidad.
 
A pesar de la distancia física, por supuesto seguimos en contacto, me sigue cuidando en la manera que puede, y se sigue preocupando por mí, es parte de mí y de mi vida y aunque no compartamos ya el mismo departamento siempre será mi compañero, mi amigo, mi confidente....
 
Hoy es 1 de marzo y hace 3 años que nos conocimos y desde entonces eres y serás ya parte de mi y de mi vida, y quiero darte las gracias por todo lo que me has enseñado y compartido, por los momentos de risas y de enfados, de alegría y de rabia, por devolverme la ilusión y enseñarme a pelear por lo que quiero con pasión, por cuidarme, por defenderme y por estar siempre ahí, te quiero mucho y quiero decirte:
 
¡¡¡ Feliz Aniversario!!!!! 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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