martes, 30 de marzo de 2010

vestida para la ocasión

Cómo pasa el tiempo, ya sólo queda un día para coger las vacaciones de Semana Santa!
y es que no falla, desde pequeña al llegar las Navidades pensaba: esto está hecho, una vez que pasen los reyes ya tenemos encima las vacaciones de Semana Santa sin apenas darnos cuenta.
Y siempre me pasa lo mismo: sea como sea el invierno, más o menos divertido, con más o menos cambios, a mí me da la sensación de estar en el juego de la oca y en cuanto acaban las fiestas, tiro el dado y zas ya he saltado a la casilla de las vacaciones siguientes!.
Este año no nos vamos a Cádiz (snif), cambiamos playa por montaña y como una es precavida y además no tiene mucho que hacer en la oficina estos días (para qué nos vamos a engañar), me he puesto a repasar mentalmente mi armario para ver qué modelitos me iba a poner, porque no hay cosa que más odie que ponerme a llenar maletas sin sentido.
No lo puedo evitar y siempre pasa lo mismo: en cuanto abres la maleta para hacerla en seguida hace su aparición estelar su alteza la frase "por si acaso" y ale: empiezas a meter esto por si acaso hace frío, por si acaso voy a una fiesta, por si acaso hacemos alguna excursión, por si acaso...........por si acaso al final haces un plan tranquilo de ir vestida como siempre y resulta que no te has llevado lo que deberías porque tu maleta ha sido invadida por los caprichos del "por si acaso".
y eso sin quitar a los numerosos sobresaltos del camino, cuando coges la carretera para empezar el viaje y cuando han pasado los kilómetros suficientes para no poder dar la vuelta, empiezan a venirte a la mente todas las cosas imprescindibles que sabes que vas a necesitar seguro y de las que ni te has acordado por estar pendiente de lo que no debías:
¡mierd........se me han olvidado los bikinis (bien, a la playa sin bikinis muy lógico que en su lugar hayas metido unos taconazos), ¡mierd.....se me ha olvidado el plumas (ole: a la montaña sin grados y tú con tu biker de cuero marrón cortita que abriga lo que yo te cuente).
Así que esta vez me he propuesto que iba a intentar hacerlo bien, he cogido un folio, he contado los días: 5 (con la vuelta claro, otro detalle importante que el día de la vuelta también vas vestida) y he empezado con las instrucciones, sí habéis oído bien: yo para hacer la maleta necesito instrucciones.
1. fundamental: desde que nació la peque tú no tienes casi sitio ni en la maleta ni en el coche, así que hay que llevar lo imprescindible pero sin perder estilo.
2. vas a un pueblecito en la sierra, no hay fiestas glamurosas y hace muchísimo frío, en los bares también no te engañes así que el cajón de los tops ni se toca!
3. aunque cambies de aires no vas a cambiar de rutina: tú te vas a seguir encargando de pasear a la enana en el carrito y de llevarla al parque (si no nieva, diluvia o un huracán gélido del polo norte decide darse un paseíto por el pueblo para una vez que vas tú), los vestidos mejor se quedan colgados en el armario.
4. El que tu rutina se centre en el tiempo de ocio de la peque no implica que no puedas tomarte el aperitivo o salir a comer: tu ropa de combate no tiene por qué ser "casera" y muchísimo menos chandalera. Se puede ir al parque cómoda y monísima de la muerte a la vez!.
5. Basta que te descuides en lo que llevas para aparezca alguien que te haga sentir fatal y pierdas el tiempo pensando en lo que te podías haber puesto para salir si llegas a saber que.....en vez de disfrutar del momento.
Así que una vez repasado el manual, paso a la fase siguiente:
"me parece estupendo que tengas claro lo que no te tienes que llevar, pero no te engañes, tú no eres Paulina Rubio y no tienes un vestidor repleto de ropa", así que más fácil todavía:
mi lista de cosas para llevarme se ha reducido a: vaqueros, botas planas (marrones y negras que a eso sí llego), jerséis de cuello vuelto, camisas y por supuesto un par de fulares divinos de la muerte y mi bolso bandolera.
A ver si el tiempo nos acompaña y podemos disfrutar del aire sano de la montaña!!!!!!!
Felices vacaciones de Semana Santa!